¿El aprendizaje es algo tan trivial que se puede observar y medir con base en unas simples preguntas a propósito de unos contenidos cualesquiera?
Lic. Monica C. Flores Escobar
Antes que cualquier comentario acerca del texto he de decir que el autor Xavier Vargas en el desarrollo de su trabajo el aprendizaje y el desarrollo de competencias nos regala una perspectiva muy amplia acerca de la relación entre acerca de estos dos procesos, por lo que es enriquecedor toda vez que nos conduce a una comprensión holística de ambos procesos, con un análisis pertinente desde varios marcos interpretativos de la educación.
La lectura aunque en momentos demasiada abstracta finalmente nos brinda los elementos para tratar de responder a la pregunta que encabeza este escrito, sin embargo, aún después de haber revisado en varias ocasiones el documento no se trata de una pregunta fácil de resolver, en fin me adentraré en la aventura de responder a la misma a riesgo de parecer simplista en mis acepciones.
En primer, si el aprendizaje es como lo hemos visto a lo largo de este texto un proceso interno que implica una estructura mental y su movilización en el sentido abstracto (asimilación – acomodación) entonces no es un fenómeno trivial y de facto que sea susceptible de observar, toda vez que es una construcción de propio sujeto, es cierto para dicha construcción rescata objetos de la realidad pero la construcción se da al interior, y quizá lo que podemos observar sean nuevas maneras de conducirse en determinadas situaciones producto de la construcción continua que lleva a cabo el propio estudiante.
En lo que respecta a la medición del conocimiento, creo que en primer terminó debemos tener muy claro que es lo que entendemos por dicho concepto, en base a eso se puede tratar de encontrar las claves para aplicarle una medida, sin embargo, no es del todo posible medir las distintas dimensiones que se movilizan al interior del sujeto cuando decimos que aprendió algo, en mi punto de vista no es posible medir o en el mejor de los casos evaluar la magnitud de la construcción de conocimientos que determinado estudiante realiza a partir de lo propuesto en la acción pedagógica, no podemos al menos como hasta ahora evaluamos saber que tanto determinado contenido y su puesta en el aula trastoco la vida del estudiante, quizás toco incluso su esencia y personalidad, o quizás como coloquialmente decimos paso de noche por la clase y haya construido muy poco, desafortunadamente seguimos inmersos en la cultura del número y los estudiantes siguen confiando en que más sabe el que obtiene mayor calificación, y en lo particular considero que el número dice muy poco de los verdaderos alcances que se pueden lograr en el proceso enseñaza – aprendizaje.
De esta manera respondo la pregunta planteada al inicio de este texto y que representa el punto de partida para la reflexión presente, no obstante, no puedo desaprovechar la oportunidad para exponer uno o dos puntos de vista que fueron muy importantes para mí y que rescaté a partir de la lectura, decía en los párrafos anteriores que la reflexión de Vargas nos da una perspectiva amplia del aprendizaje y su relación con el desarrollo de competencias, y yo comento que no debemos perder de vista la influencia de los modelos económicos y políticos de los países, en el caso de México debemos ser críticos ante la postura del estado, y yo veía cuando empecé a revisar la RIEMS, algo raro, y lo exponía en algunos textos del primer módulo como la producción en serie de buenos trabajadores, es decir, capacitados, pero quizás con poco sentido crítico, tratando de dar claridad a la idea, buscamos que nuestros estudiantes(al menos la educación técnica) se integren a la vida productiva de manera exitosa, pero esto en muchos casos significa que se puedan colocar en determinada empresa, se trabaja pues para crear mayor oferta de mano de obra calificada para la demanda de los empresarios, no buscamos educar para la vida y generar empresarios, y luego que sucede es tanta la oferta de mano de obra calificada que el sector empresarial se convierte en abusivo y el estado no regula, los salarios se han venido abajo y las carga laboral ha aumentado, ahora hasta podemos leer en los anuncios clasificados “acostumbrado a trabajar bajo presión” como una de las características más deseables de los aspirantes a un puesto, y el gobierno cruzado de manos ante tal situación que en algunos estados se vuelve insoportable.
Compañeros hay muchas cosas que decir acerca de la lectura realizada pero por cuestiones de espacio no quiero extenderme demasiado, los invito a checar mis comentarios de la lectura que dejaré anexa en el foro.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHola, hola:
ResponderEliminarPara nada son simplistas tus comentarios Mónica, más bien creo que les diste un excelente enfoque porque manejas vertientes muy interesantes. En la primera mencionas la calificación como un algo que no refleja lo que el alumno sabe o es capaz de hacer, yo pienso que efectivamente, todos tenemos esa gran duda al momento de evaluar: ¿estoy tomando justamente cada aspecto evaluado o falta algo?, todos sabemos que un instrumento no refleja lo que se adquirió, pero debemos saber manejar varios para poder hacer un acercamiento más real.
La segunda parte de tu comentario es el hacer "mano de obra barata"; en el medio donde me desenvuelvo yo esto es muy común, de hecho se le dice al alumno que para qué estudia si va a terminar trabajando en una fábrica. En lugar de hacer esto nosotros los docentes debemos hacerlos conscientes de que la educación puede cambiar sus concepciones y sus alcances. esto es difícil pero debemos hacerlo. Pienso que es una fortaleza el ser conscientes de esto y estar ya haciendo algo para transformarnos.
Te mando saludos.